miércoles, 26 de marzo de 2008

Viaje a la intimidad de la Scala


La primera impresión que tienes cuando visitas el "Laboratorio" de la Scala de Milán es ver cómo cientos de diminutas personas se mueven con destreza entre vírgenes caídas, esculturas griegas o lonas pintadas de mar.

Cuando te vas acercando, te das cuenta de que las personas no son diminutas, sino que los objetos de trabajo tienen proporciones gigantes, futura escenografía de grandes obras como "Otello" de Verdi (1887) o "Cavalleria Rusticana" de Mascagni (1980)
Se trata de las entrañas del Teatro alla Scala de Milán, fundado en agosto de 1778 y una de las instituciones más prestigiosas de la ópera en el mundo.
Naturalmente las máximas estrellas de la música lírica de cada época pasaron por sus tablas.
A kilómetros de su famosa sede (casi del lado opuesto de la ciudad) en lo que un tiempo era una gran acerería naval, se trabaja para construir cada detalle que se verá, se tocará o se oirá en el escenario del Teatro.
Para conocer este lugar, alma viva y operaria de lo que después será maravilla y aplauso elegante, BBC Mundo contó con la guía cordial del Coordinador Artístico del Teatro alla Scala, el historiador y musicólogo costarricense, Gastón Fournier-Facio.
Los Talleres
Los espacios son enormes y los rumores de las maquinarias, sierras y soldadoras inundan el aire del lugar conocido en italia como el "Laboratorio".
"Ningún teatro en el mundo tiene un área tan inmensa como la que tiene el nuestro para sus labores", nos hacía notar con indisimulado orgullo nuestro anfitrión.




Por sus galpones se puede disfrutar de estátuas de más de 10 metros de largo."Son casi 20.000 metros cuadrados de superficie. Aquí podrían estacionarse cómodamente cinco aviones Jumbos 747", agrega.
Acompañándonos en el recorrido por esta fábrica mágica, donde se construye arte, también estaba Ángelo Sala, Responsable de los "laboratorios".
En pocas palabras Sala nos dio una idea de lo que aquí se hace. "En esta imponente estructura se idean y realizan las escenografías que acojerán cada una de las obras presentadas".
"Hay talleres de carpintería y de mecánica. Se pintan telas y se realizan esculturas. Se confecciona toda la indumentaria que se lucirá en escena, desde los zapatos a los sombreros pasando incluso por la ropa interior, y cada uno de los accesorios que componen la obra: mobiliario, estandartes, espadas, candelabros, etc.", explicó a BBC Mundo.
"En total trabajan 130 personas entre artistas y artesanos de los más diversos campos".
Caminando por estos grandes galpones, altos como hangares y prolijos como quirófanos, vimos aquí y allá enormes estatuas, algunas finalizadas otras en vías de realización; una mano de "polisterol", que mide casi cinco metros de alto; o un árbol con estructura de metal que mide más de tres metros.
"Hace poco hemos construido la nave para 'Tristán e Isolda' y alcanzaba las 13 toneladas de hierro. Era más pesada que una nave verdadera", señaló Sala.
"En 'Sor Angélica' de Puccini", nos cuenta Fournier-Facio, "apenas se abre el telón se ve una inmensa virgen caída en el suelo. Pues bien, casi toda la acción de la ópera tiene lugar encima de esta gran escultura hecha con polisterol tergopol y endurecida con resina, que soporta el peso de ocho personas".


La sastreria y la gran colección
En la elaboración de los trajes de escena trabajan casi medio centenar de personas que crean para cada temporada cerca de 1.000 indumentarias y remodelan otros 1.500.
Un espacio particular está reservado para la importante colección de vestidos utilizados en la representación de grandes óperas desde 1911 hasta hoy.


La misma consta de unas 60.000 piezas celosamente custodiadas en 1.400 armarios especialmente acondicionados.
"Poseemos trajes que vistieron Enrico Caruso o María Callas, por ejemplo e incluso alguno cuyo diseñador a sido nada menos que Pablo Picasso" le explicó a BBC Mundo Rita Chitterio, responsable de ese sector.
¿Y por qué sólo desde 1911? "Pues porque antes de esa fecha los trajes y vestidos eran propiedad de cada artísta, confeccionados fuera del teatro en sastrerías comerciales", respondió Chitterio.
Antes de que una obra sea probada en el escenario del Teatro alla Scala, todos los artístas que la interpretan llegan esta aquí para probar cada movimiento, cada gesto, cada nota musical que apreciará el público.
La estructura les permite, por ejemplo, ensayar dos actos distintos de una ópera, ya que es posible reproducir, en cada detalle estructural, exactamente el mismo escenario que encontrarán en la sede histórica.
El Maestro Dante Mazzola, quien desde hace casi 40 años es uno de los Directores de Orquesta que componen el orgánico del teatro, habló con BBC Mundo sobre el trabajo que lleva cada obra que se presenta.
"El trabajo es enorme y por parte de todos, no sólo de algunos. Las jornadas muchas veces inician a las 10 de la mañana y se existenden hasta las 11 de la noche. No todos los días, pero muchas veces sucede. Entre ensayos musicales, las pruebas de los cantantes, los movimientos de escena, al final se consumen muchas horas".
Con música y con voces, pero también con hierro y con madera; con tela y con resina. Sonando, cantando y bailando, pero también soldando, esculpiendo, dibujando, pintando y cociendo es que se construyen los cotidianos y los extraordinarios momentos del Arte Lírica, que en el Teatro alla Scala de Milán tienen desde hace siglos uno de sus puntos cardinales.

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