lunes, 21 de abril de 2008

Aquí vienen desde universitarios hasta indigentes


Las bibliotecas públicas ya no ponen al alcance de todos sólo libros, también material audiovisual e informático. La que se ubica en la Casa de la Cultura chicharrera necesita más espacio para seguir recibiendo entre sus paredes a su amplio perfil de usuarios que va desde algún que otro indigente hasta universitarios e inmigrantes. Su director cuenta los avatares del centro y algunos planes de futuro.
SARO DÍAZ Por algo Win Wenders escogió las bibliotecas públicas como morada terrenal de sus ángeles laicos en la película El cielo sobre Berlín. Estos espacios silenciosos y ordenados son un remanso de paz en medio de las ciudades y un revuelo de cultura en medio del ocio que devoran las televisiones. Javier Machín dirige la Casa de la Cultura de la capital tinerfeña desde octubre de 2006. - ¿Qué lugar cree que ocupa la lectura en nuestro entorno?- En la sociedad canaria, desgraciadamente, ocupa un lugar demasiado secundario. Cualquier persona sensible en la materia sabe que la lectura debe ser prioritaria en la formación de una sociedad, pero la realidad es otra. Vivimos en un país donde cada vez se publica más y los índices de lectura son bajos. Ahí juegan un papel importante las bibliotecas, potenciando que los lectores vengan no sólo a hacer uso del lado más lúdico de las instalaciones sino también del cultural. Esta no es una biblioteca al uso sino que contamos con espacio para el arte, actividades etc, de ahí que se la conozca como Casa de la Cultura. - ¿Cómo ha evolucionado esta Casa de la Cultura?- Se ha ido renovando con materiales que hace años eran impensables en las bibliotecas y que han tenido una gran acogida. Cuando abrió al público en febrero de 1977 era otra biblioteca, las nuevas tecnologías se han introducido y antes los sistemas de préstamo eran otros. - ¿Han cambiado mucho los usuarios con el ofrecimiento de CDs?- Sí, claro, mucho. Siendo realistas, hay personas que vienen a la biblioteca no a consultar fondos bibliográficos sino a buscar películas, música, programas de ordenador... todo tipo de material audiovisual. También está bien, es un servicio que la biblioteca debe dar al ciudadano que no puede acceder a ese tipo de información, es bastante útil. Además, es un material caro y tanto cine como música también son cultura. Pero la materia prima en una biblioteca deben ser los libros y ahí está la lucha, en conseguir que la gente se acerque a la biblioteca a leer. - ¿Cuántos usurios acuden hoy por hoy a la biblioteca?- Hay unas 25.000 personas con carnet de usuario desde que el servicio se abrió y, en la práctica, lo han usado en los últimos cinco años unos 15.000. - ¿Cuál es el perfil del usuario?- Muy amplio. Viene gente de toda condición, edad, sexo y origen. Abarca desde universitarios hasta algunos indigentes de refugios ubicados en los alrededores. Puede haber incluso quienes no cumplan las condiciones mínimas de higiene, pero ahí está la grandeza de un servicio público como este, que llegue a todo el mundo. Viene gente a disfrutar de la colección audiovisual y mucha que acude a conectarse a internet, sobre todo inmigrantes. De hecho creo que nuestra sección informática debería crecer porque es mínima para la ciudad en la que estamos. - Topamos con nuevas necesidades.- Sí. Necesidades que también tienen mucho que ver con el espacio porque pese a que el edificio ocupa unos 25.000 metros cuadrados, el dedicado especificamente a biblioteca es pequeño porque a lo largo de los años aquí se han ubicado distintas instituciones y organismos como el Archivo Histórico Provincial que ya tiene nueva sede o la Filmoteca. El edificio se compartimentó mucho pero en el futuro lo que se pretende es que sea exclusivamente biblioteca. Para que el servicio mejore es necesario que se haga la reforma pendiente por parte del Ministerio de Cultura en colaboración con el Gobierno de Canarias que es quien gestiona el centro, aunque la titularidad sea del Estado. - ¿Se sabe cuándo se llevará a cabo esa reforma?- No tenemos nada concreto, pero hace años que se habla de ella, está incluida en el Plan de Fomento de la Lectura del Ministerio. Será una reforma integral y aún está por decidir si cerrará la biblioteca o si se harán las obras con ella funcionando parcialmente. - ¿Cuántos títulos hay en la biblioteca?- Superamos los 100.000, aúnque lógicamente los hay repetidos, pues en el fondo local de Canarias se intenta siempre que haya dos ejemplares de cada obra, uno para préstamo. Como somos receptores de depósito legal, la biblioteca está obligada por ley a conservar cómo mínimo un ejemplar de todo lo que se publica en Santa Cruz de Tenerife, al menos en teoría porque a veces es muy complicado controlar todo lo que se publica. Creo que hay que potenciar el Depóstio Legal. La persona que se ocupa de ello también se preocupa por detectar y conseguir lo que publican autores de aquí fuera y lo que se publica sobre Canarias fuera de las Islas. - ¿Cuál es la columna vertebral de la biblioteca?.- Las dos grandes bazas de cualquier biblioteca pública deben ser la sección de publicaciones locales y la biblioteca infantil. - El futuro.- Sí, es importante cuidarla porque el público infantil viene más a lo que se debe venir en teoría a una biblioteca, que es a leer. Los niños son los mejores usuarios de la biblioteca porque aunque no cumplan las normas esas de estar en silencio y demás, son los más fieles y se interesan mucho por la biblioteca, y los padres. La nuestra es la única biblioteca infantil que hay en Santa Cruz y tiene muchísima acogida, debería haber más. - El año pasado convirtieron a los lectores que lo desearan en autores convocando un concurso de literatura breve a partir de una frase, creo que repiten este año.- Nos sorprendió la participación y la calidad de la misma. Este año los relatos deben comenzar diciendo "Lo que más le fastidiaba de las novelas que solía leer eran, invariablemente, sus finales..." - ¿ En qué punto se halla la cuestión del canon que la Unión Europea quiere aplicar al préstamo bibliotecario?- En que tarde o temprano se empezará a aplicar, aunque se supone que el actual ministro de Cultura recogerá el compromiso anunciado por Carmen Calvo de que el Ministerio se haría cargo del pago y no lo tendrán que asumir los usuarios. - ¿Qué cambiaría del centro si pudiera?.- Pondría una sala de estudios aparte de la biblioteca porque la gente tiende a confundirlo. Muchos usuarios vienen sólo a estudiar, algo que hemos hecho todos alguna vez pero que no es el uso específico de una biblioteca. Lo ideal sería una sala de estudio aparte. - ¿Los usuarios cuidan los libros o se producen pérdidas y roturas a menudo?- Hay de todo. Igual que hay gente de todo tipo, hay usuarios muy respetuosos y otros que no lo son. No es un problema exclusivo de esta biblioteca sino de todas en España: lo que no cuesta dinero del propio bolsillo, se cuida mal. Hay material que no vuelve, pero se cuenta con eso y no hay que sacar las cosas de quicio. En los países anglosajones hay otro concepto de biblioteca, no les entra en la cabeza acudir a ellas sólo a estudiar, se usan para consulta, disponen de espacios idílicos y no hay tanto problema con el material. Intentamos concienciar a la gente al respecto.- ¿ De dónde proceden los fondos?- Los fondos canarios entran en gran parte por el Depósito Legal; llegan donaciones de organismos oficiales, muchísios del Ministerio de Cultura y del de Defensa. Luego el grueso del fondo llega por compra. El Ministerio de Cultura nos dió el año pasado 30.000 euros y el dinero restante lo aporta la Comunidad Autónoma, unos 100.000 euros. Con ello adquirimos publicaciones periódicas, libros y diverso material audiovisual, que es el más caro. Y aunque cuesten más, optamos por libros de tapa dura porque se conservan mejor.

0 comentarios: