El legendario percusionista cubano Tata Güines falleció este lunes en La Habana, a los 77 años, como consecuencia de una infección renal.
Conocido como el 'Rey del tambor' o 'Manos de oro' , Federico Arístides Soto Alejo, su verdadero nombre, comenzó a brillar en su país de origen en la localidad de Güines, al sur de la capital, en la década del 40 del pasado siglo.
En 1952 se unió a la Orquesta Charanga de José Antonio Fajardo y sus Estrellas y con esta agrupación hizo su primer viaje internacional a Venezuela.
En 1957 se fue a vivir a Nueva York, EE.UU., donde se consagró en el mundo del jazz compartiendo escena con figiras de la talla de Dizzy Gillespie y Miles Davis.
En declaraciones a la BBC Nat Chediak, experto en jazz latino, música cubana, autor de varios libros y productor de discos, destacó el legado del fallecido músico.
"Fue un extraordinario showman. Hacía maravillas tocando las tumbadoras con las uñas. Sus solos han sido imitado y continúan siendo imitado muchísimo", comentó Chediak.
Por su parte el especialista en Jazz de la BBC, Pablo Aguirre, resaltó que "no fue solamante el rey de las congas de la música afro-cubana, sino que su aporte al jazz latino fue tan grande como el del legendario Chano Pozo. Desde su asociación con Frank Sinata y Josephine Baker, en la 'periferia del jazz', hasta su asociación con Dizzy Gillespie, Miles Davis y el canadiense Maynard Ferguson, tres de los llamados 'gigantes del jazz', entre otros".
Regreso y reaparición
Güines regresó a Cuba después de la revolución que llevó a Fidel Castro al poder en 1959.
El legendario percusionista era conocido, entre otras cosas, por su forma de arañar las tumbadoras.
En una entrevista que dio el año pasado, señaló que nunca se acostumbró a la segregación racial que predominaba en Estados Unidos en la época.
En los años sesenta se hicieron populares sus temas "Perico no llores más" y "Mami, dame mantecao".
Después de pasar varios años alejado del público, reapareció anotándose un gran éxito en 2004 con el álbum nominado al Grammy "Lágrimas Negras", junto al pianista cubano Bebo Valdés y el cantante español de flamenco Diego El Cigala.
"Con la muerte de él tan cerca a la de Patato Valdés la lista se hace muy corta de los congueros de la primera generación del jazz afro cubano que aún están vivos", agregó el experto en jazz Nat Chedial.
"Posiblemente ya queden sólo dos o tres. En California, Francisco Aguabella y Armando Peraza y en Nueva York, Candido Camero, pero para de contar. Ellos crearon escuela y esa escuela está vigente hasta esta fecha".
miércoles, 6 de febrero de 2008
Descansa el tambor del rey
Publicado por Participante en 5:10
Etiquetas: música contemporánea, música cubana, música latinoamericana
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