miércoles, 6 de febrero de 2008

El Jisk'a Anata tuvo más danzas folklóricas y poco de autóctono

Como no ocurría en el pasado inmediato, en el Jisk'a Anata de ayer hubo muy poca participación de los comunarios del área rural y por el contrario se observó una amplia asistencia de danzas folklóricas, como lo reconoce el propio presidente de la Asociación de Comparsas de La Paz, Javier Escalier.
Unas 50 comparsas, entre ellas un pequeño grupo de danzarines autóctonos, llegados desde diferentes provincias de La Paz ataviados con sus vestimentas típicas y cargados de sus productos, participaron de la entrada que empezó en la avenida Montes provocando aplausos y también malestar por los baches entre grupos.
“Las provincias, tal vez por los problemas climatológicos no han podido llegar y participar; se ha visto una variedad de danzas, pero no las que vienen de las provincias paceñas. A partir del próximo año tenemos que darle un giro de timón para lograr mayor participación rural”, aseveró Escalier.
Caporales, chacareras, morenadas, tinkus, kullaguadas y otras manifestaciones culturales participaron por cerca de 10 horas del Jisk'a Anata 2008. El recorrido se inició en la avenida Montes y se prolongó hasta la Simón Bolívar.
A lo largo del recorrido se armaron graderías, desde donde, no sólo se observó la entrada sino también se jugó con agua en medio de un clima propicio y aprovechando los espacios de tiempo entre uno y otro grupo. Las bebidas alcohólicas no faltaron. “Hay tantos baches que me he tomado un poquito”, confesó una señora consultada sobre la organización de esta tradición cultural paceña.
El puente peatonal que une la calle Comercio con la Evaristo Valle fue invadido por las personas que se apostaron en la parte superior de su recorrido para tener una mejor vista de la entrada.
Al son de la banda Poopó de Oruro, un grupo de morenos hizo su paso de forma poco ordenada y coordinada. La chacarera, con un baile ágil y tonos del Chaco se robó la simpatía del público. Los caporales no se quedaron atrás. Hubo otras danzas típicas que también le dieron un toque más urbano. “No se registraron problemas, todo fue con normalidad”, afirmó Escalier, quien se quejó por la inasistencia del alcalde Juan del Granado, quien explicó su ausencia por las emergencias.
Un hecho llamativo fue que las bandas y amplificaciones de las chacareras tenían una competencia sonora. Las caseritas del mercado Lanza y de otros puestos hasta la altura de Cotel ch'allaron y alegraron esta tradición con varias amplificaciones de música que competían por ser oídas.
Se avecina el Domingo de Tentación y el entierro del Pepino.

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