Qué difícil definir al ch’ojcho. Lo es quizás porque —a diferencia de los otros personajes descritos en el resto de las páginas de este suplemento— no es una persona en particular, sino una actitud.
Nos da algunas pistas Adolfo Cárdenas, autor de El ch’ojcho con audio de rock pesado: el ch’ojcho es en Bolivia lo que en otros países es el villero, el chichero o el cumbiero. Sin embargo, como aquí también existen los villeros, chicheros y cumbieros, habrá que asentar aún más la definición.
“El término está asociado a los adolescentes y jóvenes urbano-populares que frecuentan las discotecas juveniles de sectores populares (ch’ojchotecas) en las ciudades de La Paz y El Alto”, aporta el investigador Alfredo Balboa.
¿Es entonces ch’ojcho todo aquel joven que frecuenta estas discotecas?
No necesariamente, por ello es necesario ir un poco más allá. Quizás al origen etimológico.
La palabra ch’ojcho —explica Balboa— es una derivación de la palabra aymara ch’uxchu o ch’ojjchu, que en castellano quiere decir temblor, que se produce por enfermedades como el paludismo. Por ello, “lo ch’uxchu tiene relación con los movimientos corporales (temblores y sacudones) que acompañan los bailes de los jóvenes en las discotecas populares”, dice el investigador.
Todo ello no se entiende sin los procesos de urbanización que han vivido las ciudades del país, lo que incide en la ropa, el baile y ciertos códigos de transgresión de normas establecidas, en un contexto generalmente de discriminación.
Es por eso que el ch’ojcho siempre trata de llamar la atención y su presentación es grotesca. Si tiene un auto, por ejemplo, “pondrá música a todo volumen para que se oiga más fuera que dentro”, concluye el escritor Cárdenas.
Ch’uxchu o ch’ojjchu son dos voces aymaras que quieren decir temblor, que se produce por enfermedades como el paludismo.
CH’OJCHERÍAS
Etimología • La evolución del término ch’ojcho es limitada. Esto se debe, según el profesor de lenguas nativas Donato Gómez, a que no es propio de ningún idioma sino de un neologismo.
Explicación • Un neologismo es un término creado según la función que cumple dentro del contexto en el que se desarrolla la actividad, en este caso, preferentemente, el baile.
Ch’ojcherías • Expresiones y actitudes propias de lo ch’ojcho, referidas en particular a un desmedido consumo de modas y ritmos extranjeros, adoptados en un ámbito popular.
Códigos • Algunas de estas expresiones, aunque arbitrarias —por lo complejo que resulta de definir lo ch’ojcho—, son: “tampoco es chairo”, “de la madre”, “no seas buey”...
martes, 29 de enero de 2008
Un “especialista” para llamar la atención
Publicado por Participante en 5:04
Etiquetas: cultura suburbana, música contemporánea
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